martes, 5 de junio de 2018

Café cargado, que mi guardia ha empezado.

Estoy oficialmente en mi primer saliente de guardia de mi vida profesional (y los que quedan). Y bueno, quería dejar constancia como "recuerdo" de cómo ha sido mi experiencia. Partamos de la base de que era mi sexto día en el hospital y había recogido la tarjeta electrónica del Sergas el quinto día, por lo que apenas me había metido en le programa informático y apenas sabía hacer nada. Añadamos también mi sensación de estar perdido en todo momento con todo y la pizca más interesante de todas: mi timidez. Con estos ingredientes, vamos allá:

No es bueno empezar contando algo si no pongo antes mis sensaciones previas. Iba... no nervioso, sino inseguro. Sabía que como R1 que no lleva ni medio mes en el hospital no tendría responsabilidades importantes, por lo que mi inseguridad iba orientada a si conseguiría aguantar la noche o no. No soy para nada una persona nocturna, y a las 12-1 mi cuerpo ya me exige dormir. Pero bueno, una vez me vi con la bata, el pijama y preparado, me tranquilicé un poco.

Turno de mañana:
Como un día normal, revisión inicial de pacientes y pase de planta, preguntando infinitas dudas mientras ponía a prueba la paciencia de mi tutora (pregunto en exceso creo, pero debo hacerlo). No fallan los saludos de residentes, adjuntos o enfermeras a los que no les termino de poner caras y nombres. ¡¡Demasiada gente!! Historiando y haciendo uso del programa informático (historias clínicas laaaargas y que me cuesta un montón escribir...), se pasó el bloque de la mañana bastante rápido. Tras la orden de mi tutora de fin de las tareas, contacté con mi R mayor para encontrarnos en el comedor (sección especial para los "guardianes"). En nuestra mesa estuvimos los R y adjuntos del área médica que nos encargaríamos de los ingresos y demás llamadas al busca. El equipo lo formábamos en total: 1 Digestivo (R), 1 Reumatóloga, 1 Neumólogo, 1 Alergóloga y 32 Internistas (1R) (mejor no me cuento). Tras comer, comenzamos la guardia.

Turno de tarde:
Le dije a mi R mayor que iría con ella, turno de planta, tenía más confianza con ella y así sería capaz de hablar más y más cómodamente. No voy a comentar todo el turno de tarde, claro pero... guau, menuda intensidad. La primera llamada fue un exitus que debíamos confirmar y luego le siguieron ingresos y descompensaciones. Me sorprendí la capacidad de comunicación de mi R2 con los pacientes, y eso que solo nos llevamos un año de diferencia, me veo a eones de ella. He de reconocer que en muchas ocasiones me sentía inútil, no sabía usar el programa informático del hospital, tenía que preguntar todo una media de 5-6 veces. No tuve ninguna responsabilidad realmente, no "hice nada", tampoco sabía cómo hacerlo. Aquí quiero pues, explicar quizás a los R nuevos o que están por venir que no pasa nada por estar en estas situaciones, al principio supongo que todos estaremos igual y no puedo pedir tener un año de experiencia en 1 guardia. Creo que es mejor dejarse llevar y tener en mente, claro, que hay que trabajar y esforzarse en aprender. Durante este turno, ingresaron dos pacientes descompensados, uno con TEP y Neumonía y otro EPOC severo reagudizado. Ambos con un pronóstico a corto plazo bastante malo. Destaqué aquí las emociones, que hay que saber controlarlas, para el paciente, los familiares y para continuar con el trabajo. Es otro aspecto en el que tengo muchísimo que trabajar. Llegamos tarde a la cena, pues el busca (tono de llamada irritante a los 5 minutos), no paraba de sonar. Cuando tuvimos un hueco, fuimos a cenar fugazmente. Hasta esa hora, llevé el cansancio bastante bien, cosa que pensé que no conseguiría.

Turno de madrugada:
Nos tocaba ahora urgencias, no en la puerta, sino en la parte de los ya ingresados para terminar de historiarlos y valorar ingreso o no. He de confesar que estuve más agobiado en planta que allí por no ser "puertas de urgencias" supongo. El turno se dividió de 00:00 a 4:00 y de 4:00 a 8:00. Decidí coger el primer turno, cambié de R y además estuve con una adjunta la mar de maja. Me enseñaron a usar el sistema de farmacia para recetar, vi casos muy curiosos (eritrodermia psoriásica, tromboembolismo en paciente joven, accidente isquémico transitorio...) y además me obligaron a historiar a pacientes para empezar a perder la vergüenza (Argh). Lo destacable de este turno fue el cansancio. A las 2 de la mañana, el tiempo comenzó a pasar mucho más lento. Me pesaba mucho más el cuerpo, sobre todo los párpados. Tuvimos varias llamadas también de planta y fuimos a valorar. Hubo 2 exitus más (aprendí bien a hacer el informe al menos), con momentos muy intensos emocionalmente para mi al menos. Y bueno, a las 4:45 (imposible ir antes, pese a que el turno de la otra R ya había empezado, teníamos cosas acumuladas), pusimos fin al turno de madrugada y fui a la habitación de los  residentes. Miré el reloj cuando me metí en la cama. Las 5:02. Puse el despertador a las 7:30 para ir al fin de turno y a la sesión clínica que había en el servicio a las 8:30. Pese a todo, me costó trabajo conciliar el sueño, muchos pensamientos y emociones recorrían mi mente.

En definitiva, prueba superada. Y mejor de lo que pensaba respecto al cansancio. Pensaba que me entraría mucho antes y fue al final más llevadero de lo que pensaba. Al menos, mientras sean guardias de mochila. Espero poder ir haciendo cada vez más cosas y mejorar poco a poco. Con esta entrada quiero dar ánimo a todos los R1 que se inician en las guardias. Mi consejo definitivo: dejaos llevar, aprended, preguntad, y sobre todo, tened siempre un pensamiento en la cabeza: todas las guardias se acaban.

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