domingo, 17 de junio de 2018

Pre-Segunda Vuelta (esto se pone serio)

Acantilados de Moher
Tras graduarme y acabar las clases de primera vuelta tuve 2 semanas de descanso, de relax. Para relajarnos en la calma que precedería a la tempestad. Servidor tenía ya reservado un viaje a mi queridísima Irlanda. Tuve como objetivo viajar en solitario y hacer turismo a mi manera y conocer gente, cosa que conseguí a pesar de mi timidez (chúpate esa, introversión). Me recorrí la isla desde Dublín a los acantilados de Moher y... ¡qué increíble! Supe que tenía que repetirlo, y lo haría cuando consiguiese un sueldo regular después del MIR. ¡Tenía que conseguirlo!

Tras una semana por el norte y pasar un par de días con una amiga (Netflix and chill), volví lleno de ganas y con las pilas cargadas a casa. Además, tendría una semana más para relajarme. No obstante, al llegar me sentí bastante mal. Me empezó a entrar inseguridad y miedo. Miedo de estar encerrado todo el verano y de tantísimo a estudiar. A día de hoy tengo ya escrita una entrada de "MIR y salud mental", donde hablo de labilidad emocional y de lo duro que es el examen MIR mentalmente hablando, os recomiendo que le echéis un ojo si no lo habéis hecho. Tuve problemas pese a que aún no había empezado. Después de haber estado una semana en Irlanda, volver a casa para enfrentarme a una realidad inevitable fue como un tortazo de la realidad ¡y como dolía! La inseguridad y el miedo era real.  Se suele decir: "la gente peta un mes antes del MIR o las semanas antes", bueno, yo peté antes de empezar el intensivo. Tuve una crisis de pánico y lo pasé bastante mal. No lo pasé tan mal en el resto de la preparación, lo aseguro.

Bueno ¿y qué os importa esto? ¿Por qué estoy contando algo tan personal? Para transmitir mi experiencia y "normalidad", por si alguien se ha sentido o se siente como yo... ¡no pasa nada! ¡es normal! Es normal tener miedo, es normal estar inseguro. Personalmente me tranquilicé mucho al ver el horario de primera semana. Ver como un día eran unos temas muy asequibles y que darían tiempo a mirarlo. Sabía que una vez entrase en la rutina, todo iría a mejor y me relajaría. En definitiva, no os asustéis. Aprovechad el tiempo libre que tengáis y coged energía. Iréis teniendo responsabilidad poco a poco, no vais a meteros a estudiar directamente 12 horas el primer día. Y hacedme caso, si os gusta la medicina, disfrutaréis de muchas asignaturas al verlas por primera vez (luego las odiaréis), y subrayar los manuales.

Aún así, si necesitáis un boost de ánimo, os dejo unos videos-motivacionales que me ayudaron mucho en los momentos de más bajona. Lo único que le falta, en mi opinión, es más representación femenina, pero bueno.


¡Espero que os sirvan para cuando estéis perdid@s, campeon@s!

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