domingo, 19 de abril de 2015

No te has portado bien, mira tu HbA1c

Nuevo periodo de prácticas finiquitado, estas dos semanas ha tocado estar pululando por Endocrinología, donde he estado todo momento en consulta general de endocrinología viendo de todo. Me ha tocado con la genial Dra. López, estricta y buenísima persona al mismo tiempo. 

El periodo de consulta se divide en 3 partes:

-          Remitidos desde Atención Primaria: pequeño grupo en los que había que indagar más en la historia clínica, ver su patología y proceder a hacer un plan de actuación.
-          Remitidos desde una especialidad del hospital a través de una interconsulta: pacientes con una patología de base con un problema endocrino, aislado o concomitante, que empeora dicha patología
-          Pacientes que vienen a hacerse revisiones: generalmente pacientes con un nódulo tiroideo, diabéticos, obesos… sometidos a tratamiento y que vienen a ver si lo están haciendo bien o no.

Por otro lado, cabe mencionar las patologías que se han tratado. Igualmente, las agruparé en 3 según la frecuencia de aparición en consulta.

-          Diabetes y obesidad: sin duda, las patologías estrellas que he visto en consulta. De forma aislada o combinadas (muy frecuente también). Por lo general, son personas mayores que tienden a no poder controlarse en sus comidas. No cumplen bien los tratamientos o fingen hacerlo sin conocer la existencia de la HbA1c. (Las caritas que se les queda algunos y lo mal reaccionan otros al ser pillados no tiene precio)
-          Tiroides e hiperparatiroidismo: las segundas en frecuencia. El tiroides ya sea en forma de bocio, nódulo o enfermedad de Graves. Generalmente siempre se echaba mano de la analítica para ver los niveles de TSH y T3/T4 y se comparaban con analíticas previas para ver la evolución.  
Sobre el paratiroidismo, me ha sorprendido la alta frecuencia con la que la he visto. Generalmente la causa era por falta de Vitamina D o por hiperplasia de glándulas con exceso de PTH y Calcio sérico elevado. 
-          Suprarrenales, gonadal y prolactina: he visto pocos casos de patología suprarrenal. 3 casos contados. Todos ellos han sido un nódulo no funcionante. Mi tutora insistió en hacer el diagnóstico del nódulo no funcionante y diferenciarlo de un Feocromocitoma.
La patología gonadal y la alteración de la prolactina han ido siempre cogidas de la mano, venían en el contexto de hiperprolactinemia por un adenoma hipofisario que disminuía las gonadotropinas.

Por último y sin ponerme más pesado me gustaría mencionar mi tutora, la Dra. López. Me gustaría destacar las situaciones en las que me ha puesto:
  •  Cada vez que entra un paciente en consulta, hay que tomarle el peso, talla y la tensión. Al principio no tenía mucha idea de nada y me comentaba “¿¡Qué haces que no le has calculado el IMC!?” Y me quedaba un poco cortado delante del paciente. Con el tiempo me di cuenta que que lo hacía queriendo para que yo respondiese de forma correcta delante de los pacientes.
  • Continuamente me hacía pregunta y me preguntaba para posibles tratamientos. Por suerte la mayoría eran pacientes diabéticos y obesos y un cambio en la pauta de tratamiento o una dieta fácil y asequible para el paciente era suficiente. "Cúmpleme el tratamiento y pórtate bien que si no me enfado"
  •  Superada esa primera etapa, vino el “Jefe, ahora cambiamos puestos, tu te enfrentas al paciente.” y proponía cambiar sitios, yo recibía al paciente y empezaba a hacerle la historia clínica y ella se dedicaba a mirarme (y corregirme). Esto me pilló desprevenido y a la primera lo hice fatal, pero es de las cosas que más he agradecido de las prácticas… con el tiempo sabía ir dirigiendo a los pacientes e ir escribiendo cosas en el ordenador, siempre dando ella el visto bueno.

A la nada, la Dra. Ya estaba presumiendo de ayudante y compañero delante de todos los pacientes. Es de gran agradecer estas cosas, ya que eso no lo enseñan en la facultad ni en ningún sitio y creo que es de las cosas más importantes a obtener y apreciar. Es algo que no aparece en forma de nota o algo que haya que estudiar, es algo que debe de salir y fluir de forma propia y natural.

miércoles, 8 de abril de 2015

Sobre infecciones, interna y la realidad.

Vengo a hablar de la segunda rotación en las prácticas por el Hospital de Jerez. Patología Infecciosa. Por allí, la rotación es un poco caótica debido, a la gran densidad de alumnos que somos. Desde un inicio te asignan a un tutor y estás con él las dos semanas. ¿La pega? Te puede tocar uno de Infeccioso, de Medicina Interna o de Reumatología, por lo que hay probabilidades de no ver precisamente lo que te quiere contar la asignatura: infeccioso o reumatología. Por otro lado, el tener un tutor para uno solo implica que no estaría con Conchita para que ella rellenase las preguntas que a mí me faltasen por formular.

A mi me tocó con la Dra. Jiménez (¡¡¡¡Pepa!!!!) en Medicina Interna, que demostró con creces ser una buena tutora invitándome a bombones explicándome de todo. Al principio estaba descolocado: la mayoría de los pacientes que vi el primer día seguían el mismo patrón:

"Ancianos con múltiples síndromes equilibrados milagrosamente y que por una causa mínima X todo se descompensa y hay que ver cual es o son los posibles causantes de la pérdida de ese delicado equilibrio"

Y con ello, me vi bombardeado y obligado a pensar en toda la Cardiología, Neumología, Neurología, Nefrología y todas las -logías dadas y que aún me faltan por ver. Si soy sincero, más allá de la frustración de que la realidad llame a tu puerta y te diga: "Hey chaval, no sabes nada.", le encontré el gustillo a la situación. Por todas las posibilidades que podrían ser y como se iban descartando o encajando piezas en función de la anamnesis, clínica del paciente o de resultados de las pruebas complementarias.

Pero ¿Y la Patología Infecciosa? Personalmente comenté a mi tutora que hiciese más hincapié en comentarme cosas de cualquier patología infecciosa que vimos (Inmediatamente me empezó a preguntar características de neumonías atípicas, criterios mayores de fiebre reumática...) y de camino, recordaba e iba a prendiendo cosas nuevas. (Si quieres aprender, vas a hacerlo). 

¿Y el día a día? Nada más llegar, la tutora me daba la lista de los nuevos ingresos y me decía que fuese a leer sus historias, verlos y rehacer yo la historia y la exploración todo por mi cuenta. De los nuevos ingresos es de lo que más he aprendido sin duda, y no de datos teóricos, sino del trato con los pacientes y de aprender a abrirme y tener más confianza en mí mismo (Vaya, me cuesta muchísimo, me trabo y no tengo idea de nada)... en general de ser consciente de que aún me queda muchísimo camino por delante.

Tras los nuevos ingresos veíamos a los que seguían por allí de días anteriores, se les hacía revisiones, cómo iban evolucionando y se veían resultados de pruebas.

¿Y consultas? También, los martes eran las consultas tras ver a los nuevos ingresos. No sabía que había consulta en Medicina Interna, pero los pacientes que iban allí eran "un compendio de Medicina Interna" según la Dra. Jiménez. Casos tan particulares como una Arteritis de Takayasu o un Síndrome de Felty son el pan del día por las consultas del servicio.

Para finalizar, tras estar en el servicio me doy cuenta de que es increíble lo poco que sé, y el poco uso que le doy a la teoría ya dada con anterioridad. Cómo se olvida todo y cómo está todo hilado realmente. Igualmente, lo mal que se me da el conectar con los pacientes y esa inseguridad y timidez que siento a partes iguales. ¿Todo es cuestión de ponerse a trabajar y hacer un trabajo rutinario? Es posible, pero no estoy de acuerdo en caer en la rutina y hacer las cosas en base a ella. Pero de eso ya hablaré en otro momento.

Si tuviese que resumir mi experiencia en el servicio con una frase debería de ser:

"Ser malo en algo y darse cuenta de ello es el primer paso para ser el mejor"