Hoy es ese día en el que se da un paso adelante y del que no hay vuelta atrás. Hoy es el día en el que cumplo uno de los sueños que más he perseguido durante toda mi vida. Hoy es un día en el que miro hacia adelante. Hoy es un día en el que me siento orgulloso de mi mismo. Hoy es el día en el que la historia finalmente acaba y comienza mi viaje. Hoy, tras seis años de intenso estudio, paciencia, sufrimiento, penas, alegrías, renuncias y lágrimas, me gradúo y tengo el título de Graduado en Medicina.
No tenía intenciones de escribir una entrada para no hacerlo muy pesado, pero he estado toda la mañana pensando en mi vida universitaria. Sin duda entre con una visión muy diferente de la que es ahora. Muchas cosas han cambiado, sobre todo en este último año. Me he redescubierto, he conocido mis debilidades y nuevas fortalezas. He conocido a muchas personas con las que he reído y llorado. He aprendido muchísimo y a la vez nada sobre esta ciencia y arte. He fracasado tras haber fracasado y aún así lo he acabado consiguiendo. He conocido a muchos profesionales sanitarios los cuales, algunos me han inspirado a llegar a ser como ellos y otros de los que he aprendido cómo no quiero llegar a ser. Podría seguir diciendo cosas pero, en definitiva: he vivido.
Si tuviese que resumir mi vida universitaria podría empezar con un poco de arrepentimiento: me la tomé inicialmente excesivamente en serio sin ser consciente de que la vida es mucho más que ello. Podría haber disfrutado mucho más de esta experiencia. Por otro lado, describiría el particular aspecto de "injusticia" que respiraba en muchas ocasiones, donde el ratio trabajo personal/reconocimiento-éxito no tenía una proporción directamente proporcional. También me gustaría recalcar el sentimiento de "no ser nadie" que he experimentado muchas veces y que, finalmente descubrí que era yo el que lo debía de eliminar y no otra persona. Y no, no me arrepiento, acabé aprendiendo y comprendiendo. Y el hecho de que las cosas hayan pasado así me han llevado a esta línea temporal en la que me encuentro ahora.
He trabajado mucho, me he esforzado al máximo. Me han dicho que lo conseguiría cuando me encontraba en la más absoluta de las desesperaciones. Me he odiado por haber hecho las cosas mal. Me he sentido más solo que nunca en muchas situaciones pese a que estaba rodeado de personas. Desde pequeño he estado condicionado a "no cometer errores", a ser "el mejor", a que esté prohibido "fallar", he estado trabajando cuando los demás jugaban... Y pese a todo, lo he conseguido. Estoy seguro que mucho de mis compañeros o cualquier otra persona que se encuentre en una situación parecida comprende lo que quiero decir.
Y ahora, hallándome en el final de acto y apunto de cerrarse el telón, me dispongo a mirar al futuro. Un futuro que tendrá cosas buenas y malas. Un futuro en el que seguiré avanzando. Un futuro en el que aprenderé, reiré, lloraré, me enfadaré... pero en el que conseguiré mis sueños. He estado siempre preparado para enfrentarme a todo...
Y pese a todo ello, tengo miedo.
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