Al fin llegó el día. Día final, fin de dedicarle 10 horas o
más al día de estudios. Realmente era lo que tenía ganas, dejar de estudiar.
Pese a lo que dicen de acostarse el día previo tarde para despertarse tarde y
no estar nervioso por la mañana yo me acosté a la misma hora, ya habían pasado
demasiadas cosas para dejar de hacer caso a los consejos que me dieran. Yo me
conozco mejor que nadie al fin y al cabo. Además, he desafiado varias veces a la lógica que me impone la academia con buenos resultados para mi. Aquí se acababa la cosa, miré varias veces el almanaque con el día señalado en rojo intenso. Describiré a continuación las
diferentes partes del día y una descripción de mi experiencia del examen en sí.
DURANTE LA MAÑANA
Estaba tranquilo, pasé la mañana escuchando música, jugando a videojuegos y
podé mis plantas. No estaba nervioso, estaba tranquilo y seguro.Ayudó mucho que
la semana previa le dijera a mis padres que tratasen el examen MIR como si un
simulacro más, que se abstuvieran de los “¿cómo lo llevas?” “Ay, que en nada
acabas”. Y fue lo mejor, en todo momento tenía la sensación de ir a hacer un
simulacro, que luego vendría un domingo y que luego seguiría con la rutina.
Creo que es clave darle la importancia necesaria y no más al examen.
DURANTE EL PRE-EXAMEN
Al llegar a la sede me topé con repartidores de revistas
desesperados, de todas las academias. Pese a que dejé mochila, móvil y todas
las cosas en el coche, me vi cargando con 2 bolsas llenas de revistas y
papeles. (Ugh). Había muchísima gente, caras conocidas y desconocidas. Sonrisas
y caras serias. Padres e Hijos. Ilusión y Miedo.
Miré la lista donde me encontraba. Aula 8. Encontré a varios
compañeros que estarían conmigo y eso me tranquilizó. Faltaban 20 minutos para
el llamamiento inicial así que maté el tiempo hablando con diferentes
compañeros entre abrazos, nervios y alegría. He de confesar que en ese punto sí estaba
nervioso y quería empezar ya el examen.
Finalmente se abrieron las puertas y me dirigí al aula. Las
caritas de la gente era curiosa. (Seguro que la mía también). El llamamiento
comenzó enseguida, no obstante fue lentísimo, un poco agonizante. Por cada persona
que llamaban se tardaban varios minutos para colocarlo en su sitio. En mi
turno, entré en la clase, dejé todas las cosas, cogí el agua, mi comida y
esperé a que los demás entrasen. Una vez todos en su sitio… de nuevo otro rato
agonizante para recolocar a la gente en su sitio porque se había equivocado…
(haced simulacros de ser jefes de mesa, por favor).Finalmente se abrió la caja
que contenía los exámenes y se repartieron.
EL EXAMEN
Me tocó la versión 3, al igual que el simulacro 30 (último
de la academia). Vi que todo estuviese en su sitio nombre, versión, número de
páginas… y comencé.
Me sorprendí al ver 35 preguntas vinculadas a imagen en lugar
de las 34 que había estimado. Un incremento de 5 imágenes extra en dos años.
Como siempre, empecé de la primera sin imagen hasta la 50 para “calentar” y
luego fui a por las imágenes.
Pregunta vinculada a la imagen Nº 13: Coge tu bolita de cristal y adivina qué es esto. Ah, entre las opciones hay cosas que dan imágenes parecidas |
No voy a describir cada parte del examen pero a mi parecer
fue un examen difícil. Sin comparación con el año anterior. Preguntas atípicas,
de temas “pocos rentables” y, de las típicas, con una vuelta de tuerca extra.
Preguntas del metabolismo de hidratos de carbono, inmunología y genéticas
extrañas, fuera de los “desgloses”. Me esperaba encontrar cosas que jamás había
visto en el mismo MIR, pero fue en exceso. No tuve la sensación de estar
haciendo un simulacro como dijeron en la academia, sino de estar enfrentándome a algo diferente. Lo vi
incluso más difícil que el simulacro 26, el más catastrófico que nos pusieron
en mi opinión. Vi que solo había 13 de estadística, contando con las imágenes.
Eché de menos preguntas de Cáncer de Pulmón y otros temas más frecuentes . Vi
como comparativamente había 2 del metabolismo de los hidratos de carbono y solo
1 de temas que en la academia nos machacan como “va a tener al menos 2 o 3
preguntas”. Preguntas de anatomía y otras de farmacología con “respuesta
directa”, así como imágenes de TAC, Ecocardiografía y Radiografías sin
antecedentes de pacientes, solo una mera interpretación de lo que ves. Recordé
en el examen si realmente los del Ministerio piensan en el índice Kappa para la
concordancia interobservador en las pruebas de imágenes o si solo sueltan
imágenes por soltar esperando que seamos especialistas. En casi todas dudé
entre 2 y en otras muchas entre 3 opciones. Una chica salió llorando a las 2 horas de
iniciar el examen. Otro la siguió poco después.
No todo fue horrible, sí que había alguna que otra pregunta
fácil y las imágenes tenían mejor calidad que las pixeladas de la academia (que
no hacía que fuese más difícil, claro); pero sin comparación, en definitiva,
con un simulacro. Sentí personalmente a los del Ministerio haciendo las
preguntas de dificultad ridícula sin importarles siquiera el sufrimiento que
habíamos pasado todos los opositores. Estaba tan harto que me daba igual, solo
quería acabar este trámite.
Acabé todas las preguntas a 20 minutos de acabar y me centré
en las 5 que había marcado como “leer despacio”. En definitiva, acabé a 3
minutos de terminar las 5 horas de examen. Respiré. Había acabado. Miré la hoja
de respuestas … NO HABÍA FIRMADO (!!!!!!). Firmé rápidamente. Y anunciaron el fin. Se
recogieron las hojas de exámenes y nos entregaron las hojas de calco. Había
sido desastroso para mi. No obstante me alegré un poco (perdón) al ver que
todos habían tenido la sensación de dificultad extrema. Comenté con mi
compañero Nacho qué le había parecido, siempre tiene una buena perspectiva de
las cosas.
“Estoy decepcionado, esto no representa todo lo que hemos
estudiado.”
Tenía la misma sensación. Tanto tiempo de estudio para algo
así… una diferencia bastante grande respecto a lo que nos habían preparado las
academias. Si bien es cierto que el examen no tiene temario fijo, no puedes
evitar sentirte mal ante una injusticia tan tremenda. Además, mi visión de dificultad probablemente fuese por la comparativa del MIR anterior, que fue anormalmente fácil debido a los conceptos repetidos. Solo quedaba continuar
adelante. Independientemente de todo, había acabado. Escuché la cerradura abriéndose y las cadenas cediendo. Estaba contento pese a todo. Yo había hecho todo lo que estaba en mi mano. No puedo luchar contra variables que no dependen de mi. Demasiado inhumano es esta prueba como para que encima me castigue por esto. Era libre.
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