martes, 19 de abril de 2016

Ese cliché sobre la mala letra de un médico.

Y es cierto, a veces muchos médicos me dan historias clínicas encriptadas imposibles de leer pero otros muchos me dan una letra perfectamente legible. Pero bueno, no estoy aquí para hablar de ello en realidad. El motivo del nombre de la entrada es porque estaba plasmando mis pensamientos en mi diario y se me ocurrió compartirlo por aquí, para acordarme en un futuro de mi antiguo yo. Para recordar siempre cómo me sentía en el 5º año de carrera y compararlo con cómo me sentiré en un futuro no tan lejano.


Seré sincero: estoy cansado de la carrera. Mucho. Son 5 años. Quiero comenzar a ser autosuficiente y a hacer cosas relacionadas con mi futura profesión: "Si estudias todos los días y te esfuerzas, obtendrás un buen trabajo." (A día de hoy creo que es la Gran Mentira a nivel de "El Ratoncito Pérez"). No puedo evitar tener pensamientos tóxicos de cansancio, frustración y desesperanza. Creo que es necesario hacer este tipo de ejercicio personal para mantener la cabeza amueblada. Y está claro: no odio la medicina, solo está eclipsada con el concepto de medicina que la facultad me insiste en meter en la cabeza. Doy gracias a una futura oftalmóloga por recordarme que "lo bueno está por llegar". Con este escrito no quiero animarme solo a mi sino también a todos los que están ahí aguantando el tirón.

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