domingo, 9 de marzo de 2014

Cosas entre dientes

Llevo un tiempo queriendo hacer esta entrada debido a que es un problema que me afecta a mí y a muchas personas y es consecuencia de las muy odiadas "Muelas del Juicio". Es una entrada en la que quiero explicar al mundillo qué es la Pericoronaritis. Así que vamos a ello.
¿Cual es la causa de este cuadro? Cuando sale un diente, generalmente el tercer molar (o muela del Juicio como se suele llamar), lo hace de forma anormal, es decir, no cabe en su sitio por lo general y tiende a empujar a los demás dientes para acoplarse. Aún así el resultado no es satisfactorio y tiende a quedarse entre fuera y dentro y la encía que antes lo recubría queda con un aspecto anómalo. La encía no termina de abrirse y queda una especie de "colgajo" que sigue tapando parcialmente al molar y produce una especie de cavidad virtual donde se quedan acúmulados restos de comida y donde se produce un microambiente anaerobio perfecto e ideal para diversos tipos de bacterias. Generalmente las que más suelen predominar son Streptococos anaerobios facultativos seguidos de Bacilos Gram Negativos como Fusobacterium y Prevotella.

Hablemos ahora un poco de la clínica y la evolución del proceso infeccioso que conlleva.
Tenemos una infección continua, donde las bacterias reciben alimento continuamente y además están protegidas de muchas defensas del cuerpo. Como es obvio, las bacterias crecerán e intentarán diseminarse y lo harán a través de los ganglios linfáticos. Es bastante común encontrarse una cadena de linfadeinitis en el cuello, detrás de la articulación temporomandibular; indicativo de que las bacterias se están expandiendo. Este se podría llamar de los primeros estadíos y es en el que yo estaba hasta hace cosa de un mes.

Cuidado, la cosa no queda ahí, según me he informado la inflamación puede continuarse dando síntomas más graves que pueden llevar a una cirugía para la extracción del molar. Pero seamos participativos y lógicos para no hacerlo aburrido (o al menos intentarlo, leñe) pensemos:

  1. ¿La encía está inflamada? Inflamación, veamos los 4 puntos cardinales que tendremos aquí (las 4 OR):  rubOR, calOR, tumOR y dolOR, acompañado de una Impotencia Funcional. Es lógico pensar que podemos tener dolor localizado que se irradia a la articulación temporomandibular impidiendo que esta haga su función y no se pueda abrir o cerrar bien la boca. El dolor puede conllevarnos a situación de astenia, cambios emocionales, algo de estrés, disfagia...
  2. Las bacterias consiguen expandirse de linfa a sangre. Tendríamos un poco de bacteriemia ¿qué se podría producir en este caso? Fiebre. Algunos casos graves de infección por pericoronaritis pueden producir fiebre.
  3. Las bacterias están ahí haciendo sus fermentos y su química para nutrirse y al mismo tiempo están siendo atacadas por las defensas que consiguen llegar a ese punto ¿qué tendremos? exudado purulento. Y creedme que es realmente desagradable, con acúmulos de restos de comida que de vez en cuando se desprenden dejando un sabor de boca bastante desagradable. 
Tras ver los síntomas y la clínica que tiene el paciente hay que valorar el estado general, el compromiso para otros dientes, presencia o no de fiebre, grado de inflamación y muy importante: VER SI TIENE ASOCIADA OTRA PATOLOGÍA QUE FAVOREZCA LA INMUNODEPRESIÓN O LA COMORBILIDAD GENERAL. (Algo tipo Diabetes por ejemplo)

Tras la valoración viene el tratamiento. Desde luego estoy bastante crudo aún en lo que se refiere a tratamientos y aún me queda mucho para tener mi licencia para matar. Pero yendo por partes, tendríamos que tener un tratamiento sintomático y un tratamiento curativo.

  1. Dentro del tratamiento sintomático es lógico pensar que deberíamos de aplicar antibióticos para las bacterias donde, según he leído, la Amoxicilina es el antibiótico a usar en este tipo de procesos (aunque se han registrados algunos procesos de resistencia a este fármaco no obstante). De la misma manera, se recomienda el uso de AINEs para el proceso inflamatorio.
  2. Para el tratamiento curativo se recomienda una pequeña cirugía, para, o bien extraer el molar definitivamente o bien para arreglar el colgajo de la encía y que no se forme el ambientillo anaerobio ideal para las bacterias.
En definitiva, esta es una de las consecuencias que traen las muelas del juicio a parte del insoportable dolor y de la deformación parcial de tus dientes originales. Bastante molesto pero al mismo tiempo curioso ya que es bastante común.
Entrada patrocinada por Chip Skylark

Enlaces de interés sobre el tema: http://www.medwob.com/es/546.html

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